domingo, 10 de diciembre de 2017

El Cliente, esa persona que siempre recordará ese fallo cometido en 1998 olvidándo las innumerables victorias conseguidas.

Llevo un largo recorrido ya con mi trabajo, al final vi que lo de la energía estaba bien, que me gusta investigar y hacer comparativas de precios entre diferentes compañías, tanto de electricidad como de todos los servicios que un particular o empresa pueda necesitar; con ello he logrado coger una gran cartera de clientes, algunos heredados previo pago y otros trabajados a traves de muchos kilómetros y recorridos en los lugares más insospechados, porque a veces donde menos te lo esperas salta la liebre.

En mi trayectoria diaria descubro a personas increíbles, muchas para hacerles un monumento y otras para tirarles de una patada el monumento que ellas mismas se han hecho, no lo puedo hacer pero...me quedo con unas ganas..sobre todo porque descubro que todo es paja,  y que el interior está vacío.

Y bueno de mis innumerables visitas y clientes de los últimos tiempos me quedo con uno que no sabría como definirlo, y es que al comienzo de mi andanza me pasaron una lista de un viejo comercial, que me dió muchos éxitos a la vez que benefiucios,sus clientes llevaban con él cerca de veinte años, ese cliente también, bueno él  y toda su familia, yo lo seguí manteniendo en cartera, lo que no sabía es que solo recibiría una sola cuota mensual pero trabajo para toda la familia, solo que ésta venía en cubierto, ya que toda la familia te llama para consultarte pero de gratis, porque como soy el padre, el hermano o el sobrino...y lo que ocurre, vas cogiendo confianza, depositan en ti su mar interior, hasta que de tanta confianza, dicen por ahí que ésta a veces da asco, hasta el punto de que el susodichoho empezado a retrasarse en sus pagos de mantenimiento, hasta que tras tres o cuatro meses y temblandome el pulso tengo que coger el móvil y darle un toque para decirle...'¡Hola! Buenos días, ¿Te encuentras bien?, es que como no sé nada de ti desde hace tiempo...', en ese momento el cliente se percata inmediatamente de lo que le quieres decir, y te reponde...'¡Hola Gofli!, no te preocupes hombre, que la semana que viene paso, es que lo voy dejando de un día para otro, de un día para otro y se me pasa, pero voy a hacer un hueco y me paso lo antes posible', en ese momento me quedo perplejo, y no sé que responder, solo puedo decir...'Nada hombre, sin problema, es que no sabía si es que había pasado algo, estáis todos bien, ¿no?', el cliente ni corto ni perezoso osa a contarme que si, que sus padres le dan mucho el follón, y mil miserias más que aprovechando la llamada de reclamo de deuda desemboca sin reparo en mi, a primera hora de la mañana, y escuchando sus problemas familiares y sus múltiples miserias, que sabe él que están guardadas a buen recaudo, porque por respeto yo no se las voy a contar a nadie, solo me limito a escuchar, como decía aquel refrán...'oir, ver y callar'. Pasan los días y después de una semana repasando mis cuentas llego de nuevo a mi cliente, y me percato de que no se ha pasado aún, que la deuda va en ascenso, entonces....¡benditas tecnologías!, me dispongo a reclamarle de nuevo la deuda pero esta vez hago uso del whatssApp, parece menos comprometedor, y al menos me escaparé de escuchar miserias de nadie, o al menos eso creo...busco su número de teléfono y lanzo un escueto hola, seguido de una frase directa:' ¿que día de esta semana me dijiste que te pasabas al final a liquidar la deuda?', en ese momento me quedo tan avergonzado que no puedo ni mirar si ha leído o no el mensaje, en esta situación me acuerdo de mi madre que siempre me dice...'la poca vergüenza de unos le causa vergüenza a otros', y que razón tiene la bendita mujer, pero bueno, paso a realizar otras tareas hasta olvidarme, mientras estoy revisando movimientos bancarios me salta el chivato de la aplicación de whatssApp en la pantalla de mi pc, en ese momento se me para el corazón, ¡tonto de mi!, me creo que me van a despachar, me creo que no lo estoy haciendo bien, me causa vergüenza, hasta que me envalentono y me lanzo a leer su respuesta, la cual veo que no se ha esmerado mucho, yo tan preocupado y él me responde con una simple frase: 'el viernes lo tienes ahí'. En ese momento me enfurezco, me sube por la espina dorsal un calor que pasa por mi cuello, conforme hace su recorrido la temperatura aumenta hasta que se instala en mi cabeza, no abro la boca, pero noto como una especie de forcespresionando la corteza de mi cerebro y adormeciendo mi ojo derecho, y sí señores es de la mala hostia que pillo, porque me tengo que morder la lengua, que no me queda de otra, si quiero cobrar el trabajo que con tanto esfuerzo realizo mes a mes, día a día, hora a hora, minuto a minuto...pero es lo que hay así que me tengo que aguantar...a los tajos de sinvergënzas que hay en el mundo, y tensionarme y hacerme daño a mí mismo con esta tensión, a sabiendas de que aún no he cobrado y de que esta situación se volverá a repetir...y sino os lo contaré en el próximo post.


Y tú...¿has vivido alguna vez una situación parecida? ¡Cuéntamelo!

Amichi, ¡que la fuerza del universo te acompañe!🙏

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