¿Amistades Tóxicas?

No sé si con este trabajo me haré rico, pero lo que sí sé es que estoy aprendiendo un montón, que cogeré una experiencia que no tiene nombre y el otro día estuve con Carla, una gran empresaria y amiga, la cual es súper buena gente, además de dicharachera y emprendedora, yo no sabía de su pasado creí que lo que veía era todo alegría, pero a veces personas como ella te enseñan que las sonrisas no siempre son sinceras y que hay muchas veces tenemos personas a nuestro alrrededor que son los mayores chupócteros de energía que hay en la faz de la tierra pero confiamos tanto en ellas que no nos damos cuenta...y sino te lo crees mira lo que le pasó a Carla...

'Gofli, ahora estoy volviendo a ser yo, aunque no te lo creas, esta sonrisa que ves permanente casi siempre es sincera, toda mi vida he sido una persona bromista, con un punto de ironía, llegando a veces al sarcasmo, de vivir y relacionarme con todo el mundo, ir siempre dejando buenos amigos por el camino, con los que reir, divertirme y todo lo que conlleva una amistad; pero... desde hacía años me había convertido en una persona gris, la cual se levantaba sin energías, mirando el teléfono móvil y buscando el grupo de whatssApp de mis 'mejores amigas', para quejarme y decir lo mal que me iba en la vida. En los últimos años siempre estaba en tensión, se me paralizaba un lado de la cara, tenía múltiples dolores corporales, a veces creía que se me pararía el corazón o que me daría un infarto, además de sentir nerviosismo general y ataques de ira y pánico, creí en ocasiones enloquecer, me sentía ahogada literalmente en cualquier situación, llegó un momento en el que no sabía como tomar decisiones, siempre pedía consejo a Roberta, para que me diese su opinión, era muy sabia, para mi ella lo sabía todo, y me solucionaba todo. Debido a este refugio, apoyo y confianza que busqué en ella al cabo de los años me vi que sus amigos eran los míos, los míos habían desaparecido, según Roberta todos tenían un algo, todos me habían defraudado, tenían algún interés en mi o...simplemente no merecían mi amistad, a ellos los conocía desde que era una adolescente, me habían ayudado en miles de ocasiones, y se habían portado bien conmigo, con la diferencia de que ellos ya a estas alturas del partido habían formado sus familias, y tenían otras prioridades, era lógico.

Roberta con su voz sentada y su total convicción me decía, Carla, no te merecen, debes de ponerte en tu sitio, sino te gustan cosas de ellos no salgas con ellos, en ese momento, yo que estaba cabreada por algo que me había sucedido con alguno de ellos me envalentonaba y los iba dejando de lado; cuando había una celebración me invitaban, yo iba, se lo contaba ilusionada a Roberta, ésta me ponía cara rara, y me decía que no comprendía como podía aguantar esa situación, toda rodeada de niños, que eso era un asco, y que no comprendía como me gustaba salir con gente que se tomaba mil copas, que ella, la cual era un cerebrito andante, se pasaba el día encerrada en casa, con luz tenue, delante del pc, haciendo pasatiempos o manualidades, con su refresco y/o cigarro en mano, me decía que no le molaba salir con gente así, era aburrido, y que no me acompañaría, a pesar de estar invitada, como amiga mía que era, a muchos de los eventos, que veía a mis amigos como unos pijos hechos a prisa, pero claro ella no me lo decía así, utilizaba otros términos más técnicos, pero casi siempre críticos o despectivos, también es cierto que aprovechaba el filón de mis pocos enfados con ellos, los cuales  se los contaba a ella y entonces le daba pie a opinar, la mayoría de las veces de forma negativa hacia ellos. ¡Claro! contando con que llevaba mucho tiempo a su lado, pues sus comentarios despectivos iban haciendo su mella, y cada vez acudía a menos celebraciones con mis amigos, y si iba a alguna pues procuraba estar poco tiempo, pues Roberta quería salir también pero de otro modo, ella era más sencilla, simplemente con una cena en el mismo bar de siempre, con un bocata y un refresco era suficiente, en carencia de esto una buena comida chatarra le bastaba, yo la acompañaba pues Roberta era mi 'mejor amiga' y no quería fallarle, pues para mi me estaba echando una gran mano, ya que cuando tenía problemas familiares también se los contaba y ella me daba su opinión, tanto así que llegó un momento que mi familia era la peor del mundo mundial, y decidí que no iría a comer a casa de mis padres más, que prefería quedarme en casa de Roberta con merendolas, pues resulta que si me llevaba un tupper de cualquier guiso, fruta o verdura a ésta le repugnaba y siempre sacaba la crítica desagradable o me ponía cara de oler mierda simplemente pero eso si lo hacía con gracia y simpatía para que no se notase, yo captaba la indirecta y me recortaba a la hora de llevarme ciertas cosas, ya que no quería desagradarle y tampoco me apetecía escuchar sus opiniones casi siempre críticas y negativas, prefería unirme a su menú bocadillo y refresco por doquier, a eso le sumaba unos cigarros y mucha conversación, la mayoría de las veces era sobre críticas de sus familiares, de sus propios amigos, porque aunque fuesen sus amigos no faltaban las críticas negativas o a veces despectivas... quejarse por todo, por el calor, por el frío, por como le había saludado la vecina de enfrente... la cuestión era quejarse, ya que era gratis, y además le encantaba. Yo me fui metiendo en el papel, pues pasaba muchas horas a su lado, y ¡claro!...todo se pega, había momentos en los que no me sentía bien, en los que no tenía energías, pero ... yo allí estaba dándolo todo para agradar a Roberta, pues para mi me estaba ayudando un montón, y era mi 'mejor amiga'... '

Esto era lo que la amiga Carla me contaba en una de mis visitas a su empresa, porque hablar con la gente siempre te enseña cosas, yo llegué a la conclusión que no es que su amiga fuese tóxica, o sí, sino que era un poco especial, quejosa y/o criticona, y Carla se dejó arrastrar por ella, en una etapa de su vida en la que no encontraba el hilo de su vida, así pues...en esos momentos puede que te refugies en personas más fuertes las cuales te arrastren, porque tu dejes que te arrastren, siempre hay que tener cuidado, y sobre todo no perder la personalidad, es mi humilde opinión.

Amichi... continuará...🙏